lunes, 6 de abril de 2009

El gato Claus.


El gato Claus era verde. Pero se teñía de negro para pasar desapercibido. No le gustaba llamar la atención de los demás gatos. Por las noches salía de excursión. Esa noche llovía, por lo que tuvo que tener especial cuidado de no mojarse para no perder el tinte y enseñar su verde natural. Era moreno de bote, vamos.
Frecuentaba un bar que se llamaba “La tierra de los sueños”. Cada chupito que se tomaba, cada uno de un color distinto, era como una droga que le hacía soñar despierto. Aquella noche se pidió el rojo. El chupito rojo hacía que soñaras con lugares a los que deseabas ir con todas tus fuerzas en el momento justo en que te lo bebías. Tenía que estar muy concentrado a la hora de tragárselo, porque la imaginación podía jugarle una mala pasada en el último instante e ir a algún sitio temido (más que soñado). Claus, mirando el chupito rojo, sus ojos verdes, profundos, concentrándose…. Cuando….

- Hey, te habrás pensao bien dónde quieres ir no? Por qué tienes la cola verde?

Una linda gatita, blanca como el algodón, ojos del color de la coca-cola, le había distraído justo en el crucial momento. Eso le enfureció. Y trató de ser amable con la gatita (por lo visto se llamaba Lile).
Lile le contó los lugares que había visitado con el chupito rojo. Y dónde le apetecería ir.
Claus hizo lo mismo. Le contó aquella vez que estuvo en Nueva York. Y la vez que fue a Barcelona. Lile le habló de Austria, de Italia, de Madrid.

Y a partir de esa noche, se encontraban casi siempre en “La tierra de los sueños”, para soñar despiertos. Y a Claus no le importó tanto que ella supiera que era verde. Y de a poquito, compartieron tantos, que no hubo colores en la barra del bar para cumplirlos todos.

8 comentarios:

Djuna dijo...

Con esto podría usted reflejar un modelo atómico mas dinámico y poético.
“Siempre los gatos desfilaran por el borde de lo insaciable.”

sangreybesos dijo...

¿Gatos teñidos y brebajes que te transportan a otros lugares? Ahí hay material para una saga...

Alhy dijo...

Gracias. Por tu gato Claus. Por su ternura y toda la calidez que transmite tu relato.
Gracias por colgar esto hoy, precisamente, de todos los días del año.
Mi gato se puso enfermito ayer. Como ya es senior (tiene 13 años), me temí lo peor. Además, estaba home alone con toda la angustia contenida que eso supone. He pasado la noche insomne, vigilando cada movimiento, comprobando si respiraba. Hoy no me tengo en pie. Quelle nuit...
Afortunadamente, hoy ha salido el sol :)

Una vez más, gracias :)

Kisses gatunos ***

Druida de noche dijo...

qué hermoso relato. Muy bien logrado. Me encantó. Simple y perfecto. Muy gustó mucho leerlo...

Rocío. dijo...

Djuna: sabe es que el Gato Claus de insaciable no tiene nada, porque con dos chupitos que se tome ya va ciego.

Sangreybesos: saga? mmm.... puede ser...

Alhy: gracias por tus gracias. espero que tu gato este mejorcito maga. Ultimamente me ronda la idea de tener un gatito, pero es eso, el apego tan enorme que se le cogen a los animalitos, lo que me asusta... :S

Druida de noche: thank youu!!

Druida de noche dijo...

Sabes? Lo del Gato Claus me gustó tanto que volví para reelerlo...

Sólo quería que lo supieras...

Silderia dijo...

El chupito rojo me ha sonado a tequila con granadina, no se pero cuando me bebo un par de chupitos de esos me pasa lo mismo.

seykozz dijo...

Los gatos.... dios en todos los blogs se habla de ellos!!! ok buen blog!!! pese a los gatos... XD..

Por cierto tu personaje tiene el mismo nombre que el mio...!! coincidencias de la semana santa... puede ser..


Saludos!