miércoles, 21 de octubre de 2009

Desagrisando Octubre.




Sólo merece la pena el cambio de tiempo y de hora por ir a la playa un día y encontrártela vacía. Por sacar una foto como esta y porque sólo sean tus pies los que huelleen la arena. Me gusta hacer dibujos en la arena y que el mar los borre solo, como cuando una herida cicatriza justo cuando habías perdido toda esperanza de recuperarte… un día… no está.

En la orilla, sentada, con algo de frío y húmedos los ojos, he sentido tu aliento caliente en mi cuello. “Estas bien?” Has dicho. Y yo he pensado “Ahora sí, ahora sí…”
Al subir a casa, Michael Bublé me canta en su nuevo disco y adorna mis pasos de rutina, un café caliente me espera…

Todavía huelo el mar, todavía huelo a ti, el café me trae a la tierra… pero yo ya he visto la luz de tus ojos, y la inmensidad, del mar, de ti, de ti y de mí juntos…. Has vuelto a reconfortarme con tu recuerdo, en el gris del día, cuando mi día se torna gris…. Tú lo haces confortable. Sin saberlo.

Y me entran ganas de llamarte, para decírtelo, pero prefiero escribir, escribir, escribir…